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p align="left">A.: Creo que es una novela brillante;

B.: Según mi opinión es mediocre;

A.: Pasa por especialista muy bueno;

B.: Por desgracia no es así.

El aspecto evaluativo determina también los predicados axiológicos como uno de los elementos de la estructura evaluativa. Los predicados creer, opinar, pensar, parecer reflejan el caracter subjetivo de evaluación. Compárense: Todo el mundo lo tiene por honrado y Es honrado.

El componente subjetivo presupone la actitud positiva o negativa de sujeto hacia su objeto (a veces la representan en forma de relacion: "gustar/no gustar", "apreciar/no apreciar", "aprobar/no aprobar") mientras el componente objetivo (descriptivo) toma como punto de referencia las cualidades propias de objetos o fenomenos a base de las cuales se evaluan. En declaraciones los aspectos subjetivo y objetivo se dividen. De tal modo diciendo Me gusta la película, el sujeto no comunica nada sobre las cualidades de la película sino sólo sobre su actitud hacia ella. La capacidad de señalar la actitud subjetiva como tal la poseen en primer lugar los verbos; compárense: respetar, amar, apreciar, despreciar, odiar etc.: El respeta a los mayores; Le desprecio etc. Indicios de objeto a veces se introducen complementariamente en forma de argumentacion: Me gusta esta película, está realizada con mucho talento. Determinaciones evaluativas siempre presuponen peculiaridades de objeto: Es una película fantástica; es una carretera terrible; es una variante impropia; es una maniobra excelente. Hace falta poner de relieve que contraposición de sujeto/objeto en una estructura evaluativa no es lo mismo que la contraposición de subjetividad/objetividad en semántica de evaluación. Sujeto y objeto presuponen existencia de ambos factores: subjetivo y objetivo. De este modo, sujeto, evaluando objetos o hechos, por un lado, se apoya sobre su actitud hacia el objeto (me gusta/no me gusta) y, por otro lado, sobre ideas estereotipadas en cuanto al objeto y la escala de valores en la cual se colocan todos los indicios característicos para el objeto. Al mismo tiempo en un objeto evaluativo se combinan los indicios subjetivos (relación sujeto - objeto) y los objetivos (rasgos de objeto). De esta manera, cuando se trata de que el agua es caliente/fria se sobreentienden las propiedades del agua igual que las sensaciones del sujeto. Declaraciones Llegué a saber una noticia excelente, estupefaciente y Llegué a saber una noticia sensacional, muy interesante incluyen así sentidos evaluativos (subjetivos) como los descriptivos (objetivos) con la particularidad de que en el primer ejemplo se expresa ante todo la actitud del sujeto hacia el acontecimiento y en el segundo se explicitan las propiedades descriptivas del acontecimiento; no obstante en ambos casos se comunica algo sobre el sujeto y objeto.

La correlación de lo subjetivo y lo objetivo es el problema básico alrededor de que se desarrollan las discusiones sobre la esencia filosófica de valores y sobre la naturaleza de juicios evaluativos. Historia de aprendizaje de evaluación se caracteriza por una contínua lucha de dos corrientes, una de las cuales se apoya sobre la idea de que lo más importante en proceso de evaluación es sujeto mientras la segunda se inclina a lo que el componente principal de evaluación es naturaleza de objeto. En lo fundamental estas corrientes se desarrollan en la esfera de las teorías éticas aunque muchos de sus postulados son esenciales para el aprendizaje de evaluación desde el punto de vista de lêîíåöôîðìûíà÷àëîôîðìûingüística.

La primera corriente se expresa en concepciones de emotivismo donde los significados evaluativos se observan sólo como expresíon de emociones de sujeto o como actitud de sujeto hacia su objeto. Por ejemplo, la declaración: Obraste mal por haber robado el dinero se puede interpretarla como Robaste el dinero + entonación de susto y exclamación que no agregan nada al significado sino muestran que la exclamación fue acompañada por una reacción emotiva por parte del sujeto.

Algunos autores creen que casí cada declaración contiene el aspecto emotivo puesto que hasta una comunicación sobre un hecho cambia algo en el estado psíquico del oyente prescribiendole los estados emocionales correspondientes. En aspecto emotivo de la evaluación se puede diferenciar las emociones propias de sujeto (¡Qué tonto soy!, ¡Qué pena!) y las emociones que sujeto le quiere inculcar a su interlocutor (en declaraciones que se refieren al interlocutor, por ejemplo, en insultos y en declaraciones que se refieren a la tercera persona (¡Qué bobo es!).

Los autores que se inclinan a las ideas de emotivismo están en contra de que la misma denominación "bueno" sea un rasgo del objeto. Los partidarios de emotivismo creen que la evoluación no se puede interpretarla ni como verdadera ni como falsa ya que no puede ser verificada. Es imposible la discusión de evaluaciones como:

A: Es correcto.

B: No es correcto.

El científico Ayer cree que en discusiones de este tipo no se toca la evaluación sino los hechos. Es evidente también que según esta concepción lo emocional de la evaluación prevalece sobre lo racional.

La corriente contraria se apoya sobre la idea que los significados evaluativos deben ser interpretados como los pertenecientes a los objetos y, de este modo, no representan relaciones sino rasgos (naturalismo). Como creían los representantes de intuicionismo los rasgos evaluativos incluyendo los morales son la realidad objetiva y son características para las acciones y estados. En límites de estas concepciones se presupone que los rasgos evaluativos resulten una conclusión lógica de los rasgos descriptivos ya que la evaluación se basa en los indicios de objetos o fenómenos. Conformamente la evaluación emotiva se deduce de la racional, entonces la discusión de evaluación se hace posible. Las ideas del naturalismo se desarrollan junto a la idea que los rasgos evaluativos se correlacionan con funciones de objetos(funcionalismo); así, el cuchillo bueno es aquel que corta bien, Ramirez es padre bueno significa que les viste y les da a comer a sus hijos etc. De esta manera, el significado de la palabra "bueno" para las termas funcionales se deduce a base de los criterios lógicos y para los demás objetos los criterios deben ser lógico-empéricos. Estas ideas se hicieron una base del análisis lêîíåöôîðìûíà÷àëîôîðìûingüístico de la palabra "bueno" en trabajos de Katz y Vendler.

Las tentativas de superar la unilateralidad de ambas corrientes sirvieron de incentivo para las investigaciones subsiguientes de los problemas más importantes de evaluación.

Así, fue mostrado que es necesario tomar en consideración la diversidad de los rasgos evaluativos de objetos. El autor de "Los principios de ética" G.Moor comparando las palabras "amarillo" y "bueno" la primera la llamó "un rasgo natural" y la segunda "innatural". Él apuntó que es imposible describir el significado de la palabra "bueno" a base de rasgos de los objetos a los cuales se puede aplicar el signo "bueno", es así llamado "error naturalístico". Moor subraya que todos los juicios de lo bueno siempre son sintéticos y nunca analíticos. De este modo el problema de transición de los rasgos descriptivos a la evaluación resultó en el centro de atención de los investigadores.

3.2. Clasificación de tipos de evaluación

El desarrollo subsiguiente de dos corrientes y la aspiración de encontrar la salida de las contradicciones que surgen con el enfoque unilateral sirvieron de incentivo para las investigaciones de semántica de los adjetivos como el tipo básico de palabras de signo.

P.Nowel-Smit examinando el problema de las condiciones bajo las cuales se usa la palabra dada divide los adjetivos en 2 grupos: grupo A (aptness-words) y grupo D (descriptive words). Los primeros indican que el objeto tiene unos rasgos que son aptos para despertar emociones y los segundos entran en descripción. Además, se distingue el grupo G (gerundive words) que designa rasgos que traen consigo una acción: vestido rojo (D), vestido cómodo (A), vestido inconveniente (G). Esta división es convencional ya que los adjetivos de un grupo en contexto pueden funcionar como los de otros grupos. En particular, la división refleja la concepción de así llamado prescriptivismo que presupone que en primer plano se pone la función prescriptiva de la evaluación: Es bueno, opta por eso o Es malo, no hagas así.

J. fon Wright propuso una clasificación de tipos de evaluación basada en tipos de objetos y semántica de combinaciones con la palabra "bueno". Él distingue las siguientes "formas de bienes":

1) bien instrumental (cuchillo bueno, reloj bueno);

2) bien técnico (chófer bueno, profesor bueno);

3) bienes médicos que incluyen tales objetos como ojos, corazón, memoria;

4) bien utilitar que sobreentiende idoneidad, utilidad para algún fin: plan bueno, ocasión buena, oportunidad buena.

5) bien gedónico (olor bueno, tiempo bueno);

6) bienes de hombre (intención buena, acto bueno).

La interacción de sujeto de evalución con objeto sirve de base para la clasificación de significados de evaluación parcial hecha por Arutyunova. Ella subraya que "evaluación crea una taxonomía de objetos y acontecimientos especial distinta de la natural". La científica divide los significados de evaluación parcial en 3 grupos que incluyen 7 categorías.

El primer grupo lo forman las evaluaciones de sensor que se dividen en: 1) gedonísticas (es lo que gusta a uno: agradable, sabroso, atractivo, aromático) y 2) sicológicas entre las cuales se diferencian evaluaciones intelectuales (interesante, trivial, fascinante) y evaluaciones emocionales (alegre, deseado, agradable).

El segundo grupo son evaluaciones sublimadas o absolutas: 1) evaluaciones estéticas basadas en síntesis de las de sensor y sicológicas: bonito, excelente; 2) éticas que sobreentienden las normas: moral, bondadoso, vicioso.

Las últimas 3 categorías que constituyen el tercer grupo son evaluaciones racionalísticas vinculadas con actividad práctica de hombre. Incluyen las evaluaciones 1) utilitares (útil, nocivo); 2) normativas (correcto, normal, sano); 3) teleológicas (eficaz, acertado, defectuoso).

Como podemos ver, el análisis de evaluacíon en plano lêîíåöôîðìûíà÷àëîôîðìûingüístico se apoya también sobre comprensión de aspectos subjetivos y objetivos de palabras y declaraciones evaluativas.En las declaraciones evaluativas lo subjetivo y lo objetivo están ligados inseparablemente.

3.3. Los componentes evaluativos y descriptivos de significado. La evaluación general y parcial

En las estructuras evaluativas los rasgos subjetivo y objetivo expuestos más arriba actan recíprocamente. Al examinar las expresiones como la manzana roja, redonda, madura; el cuaderno grande, cuadrado, antiguo es evidente que tratan de los rasgos propios de objetos. Al contrario, las expresiones la manzana deliciosa; el cuaderno magnífico no comunican los rasgos propios de objetos sino los que les atribuye el sujeto. La primera serie de adjetivos se puede llamarla descriptiva y la segunda evaluativa. Los signos de la primera serie pueden incluir también el componente de evaluación: bondadoso, talentoso, asiduo, insolente, tonto. Este tipo de evaluación se llama la evaluación parcial. Las palabras de la segunda serie(bueno, excelente) se llaman las de evaluación general.

El problema de diferenciar dos series de signos en su correlación es discutible. Es obvio que los rasgos propios de objetos no carecen de aspecto subjetivo. Así, la manzana madura presupone la idea subjetiva de este rasgo; el cuaderno grande también presupone los estereotipos sociales conocidos al sujeto de evaluación. Los rasgos de color y forma son los más "objetivos" pero en estos también está presente el aspecto subjetivo. Por otro lado los signos evaluativos propiamente dichos se apoyan en rasgos de objetos y en este sentido tampoco pueden considerarse puramente subjetivos (por ejemplo, día perfecto quiere decir el de sol, que no es frío). Según la proporción de factores subjetivos y objetivos los rasgos se sitúan en una escala incesante. En un extremo de la escala están tales rasgos como triangular, alumínico y en segundo extremo los evaluativos propiamente dichos: excelente, magnífico.

Los componentes objetivo y subjetivo de significado evaluativo representan una unidad dialéctica con correlaciones muy complicadas en límites de cada serie de unidades de la lengua.

Las relaciones entre el sentido descriptivo y evaluativo (emotivo) se manifiestan evidentemente en sistema de los adjetivos para los cuales es esencial la semántica de signo. Entre los adjetivos se puede diferenciar las palabras descriptivas que no contienen ninguna evaluación (por ejemplo, portugués, cúprico, matinal, bípedo etc), a este tipo pertenece la mayoría de adjetivos relativos y los evaluativos propiamente dichos (bueno, excelente, magnífico, estupendo, malo, feo, terrible) que designan sólo la evaluación con signo "+" ("bueno") o "-" ("malo") con diferente grado de intencificación y afectividad. Así, perfecto es "bueno + intencificación", estupendo significa bueno+intencificación+afectividad" etc. Pero no todos los adjetivos tienen sentido puramente evaluativo o puramente descriptivo. La mayoría de los adjetivos y de las palabras evaluativas en general combinan los dos sentidos. Por ejemplo, fascinante, talentoso y mediocre, aburrido. Estas parejas de palabras se parecen por el signo evaluativo "+" para las dos primeras y el signo "-" para las últimas, pero se distinguen por el significado que se refiere a los rasgos de objeto de evaluación.

Los adjetivos que de algún modo combinan el sentido evaluativo con el descriptivo componen una serie donde estos dos sentidos se combinan en diferentes proporciones. El proceso característico para los adjetivos es adquisición de rasgos calificativos. Los sentidos evaluativos frecuentamente aparecen cuando el objeto de evaluación de algún modo estáligado con la esfera de una persona, puesto que casí cualquier rasgo de una persona puede presuponer evaluación: casa de piedra, corazón de piedra; lápiz rojo, nariz roja. Significado calificativo de tales adjetivos habitualmente sobreentiende metáfora. En las lenguas romanas según rasgos evaluativos y no evaluativos se diferencian los adjetivos relativos y constucciones con preposición de.

Los rasgos descriptivos se apagan completamente cuando en primer plano aparece el aspecto subjetivo de evaluación. Eso pasa cuando, por ejemplo, una palabra se usa como ofensiva: ¡Burro!, ¡Bandido!. Los adjetivos que contienen en su significado un grado alto de intencidad fácilmente se hacen puramente evaluativos.

En mayoría de los casos el significado evaluativo se vincula implicativamente con el descriptivo correspondiente. En la lengua natural los dos aspectos se combinan. La combinación se realiza así en la semántica de las palabras evaluativas como en declaraciones que contienen una evaluación, y precisamente en las declaraciones se descubre una serie de rasgos de semántica evaluativa.

Los dos componentes de significado (descriptivo y evaluativo) se puede distinguirlos describiendo la semántica de declaraciones y palabras concretas. Por ejemplo, atento en la declaración Él es lector atento signifíca "êîíåöôîðìûíà÷àëîôîðìûcuidadoso, escrupuloso", es componente descriptivo. Estas cualidades en "el cuadro del mundo" se evaluan como "buenos" y, entonces la declaración contiene también el componente evaluativo "es bueno".

La correlación de la evaluación y descripción se cambia según la posición sintáctica. La posición típica donde se diferencian los sentidos descriptivo y evaluativo es la predicativa. Para las palabras descriptivas que carecen de sentido calificativo no es característica la posición predicativa: la ética médica, pero esta ética es médica; el alumno ausente pero este alumno está ausente. Al mismo tiempo en la posición predicativa los sentidos evaluativos se inducen con ayuda de diferentes medios (intensificadores, artículos, entonación exclamativa): Es un hombre pero no Un hombre entró en la habitación. La posición predicativa donde se actualiza la evaluación se opone a las posiciones de identificación y clasificación. Compárense: Es burro (no es cabra) - es identificación y Eres burro es evaluación.

Ñòðàíèöû: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11